Una célebre investigación llevada a cabo en Google se propuso identificar las características presentes en sus equipos de mayor rendimiento. Este estudio, conocido como el “Proyecto Aristóteles,” se inspiró en la idea del antiguo filósofo griego de que el todo es más que la suma de sus partes individuales.

Lo sorprendente de este estudio fue que muchas de sus conclusiones desafiaron las expectativas convencionales. Se descubrió que los equipos de alto rendimiento no necesariamente estaban formados por individuos con los mejores historiales académicos, la mayor experiencia, habilidades excepcionales o niveles sobresalientes de inteligencia en comparación con otros empleados.

Los equipos de alto rendimiento constituyen un activo invaluable, porque generan un mayor valor para los clientes y el negocio, pero también promueven una cultura de colaboración que trasciende los límites de su propio equipo. Estos grupos de trabajo logran aprovechar la diversidad de personalidades y habilidades individuales, al mismo tiempo que cultivan una cultura compartida con objetivos comunes y valores similares entre sus miembros, además de poseer habilidades interpersonales clave que les permiten alcanzar resultados excepcionales.

Una habilidad interpersonal común entre miembros de un equipo excepcional, fue la “seguridad psicológica”, este valor compartido juega un papel fundamental en el estudio de Google. En los equipos de alto rendimiento, se observó una alta percepción de seguridad entre sus miembros, lo que se traduce en un mayor nivel de apoyo percibido en comparación con otros grupos. Además, existe una constante sensación de confianza que fomenta la participación activa sin temor a críticas o desacuerdos perjudiciales por parte de los compañeros.

En el modelo de Liderazgo Situacional, se describe un continuo de 4 niveles de madurez de los equipos de trabajo, donde en los niveles más bajos de madurez, los miembros del equipo presentan; baja confianza entre ellos, los conflictos no se abordan o no se resuelven, puede haber un clima de trabajo cordial pero las tareas no se transparentan con otros, y los grupos trabajan de manera independiente como “silos” o “islas”, con objetivos propios y no compartidos, y la comunicación no es fluida.

Los equipos de alto rendimiento poseen el nivel de madurez más alto, sus miembros tienen confianza para dar su opinión, dar y pedir feedback a otros, resolver rápidamente una diferencia sin temor por la reacción de su interlocutor, poseen una conducción clara y por lo tanto es más fácil la auto organización.

Es fácil darse cuenta que un equipo con características de alto rendimiento obtienen resultados superiores, pero entonces ¿Por qué no todos los equipos son de Alto Rendimiento?.

En Plan Humano encontrarás más información y consejos para mejorar tus equipos de trabajo, te invitamos a revisar los siguientes temas:

• Barreras de la Comunicación del equipo: Rompiendo los Obstáculos.
• ¿Cómo mejorar la Comunicación interpersonal?
• Empatía y Aceptación: Dos valores claves en el éxito de un equipo
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• Los beneficios de líder Coach
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